LA OTRA CARA DE ALGUNAS LEVITACIONES

Por: José Ignacio Latorre ( Coordinador SEIP Rioja - Psicólogo Clínico, Parapsicólogo e Hipnólogo )

¡ NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE !

El pasado mes de Julio de 1998, Pedro Amorós, presidente de la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas, publicaba en la revista "Enigmas", junto a otros prestigiosos investigadores, algunas de sus psicofonías más interesantes. En la portada de este mismo número se podía observar el anuncio en exclusiva de la "secuencia gráfica de una posible levitación". Naturalmente, llamaba la atención. El titular al mismo tiempo era prudente y acertado. Hemos de ser cautelosos ante este tipo de experiencias excepcionales. Sin embargo, ésta no parece ser la actitud del autor del artículo, quien acaba asegurando que el fenómeno es real.
Lo cierto es que las pruebas dejan mucho que desear y todo el asunto se parece más a un montaje con ánimo lucrativo por parte del sujeto que aparece en las fotos.
Todo el mundo tiene que ganarse la vida, pero eso no justifica el engaño. Si este individuo se presentara como un mago y rodeara su actuación de misterio, podríamos decir: "¡Qué truco más bueno! ¡Parece que levita de verdad!". El engaño estaría justificado, porque cuando vemos la actuación de un mago sabemos que hay un truco y nos dejamos engañar preguntándonos cómo lo hará. Sin embargo, este caso es distinto, ya que el tal Joe Nuzum pretende hacernos creer que tiene la capacidad de producir un fenómeno paranormal excepcional, cuando no hace más que un truco de ilusionismo.

EL ARTÍCULO

Si analizamos detenidamente el artículo podemos darnos cuenta de varias cosas. En primer lugar se admite que Joe Nuzum "ha tenido que embarcarse en una carrera de actuaciones públicas para ganarse la vida". Joe Nuzum está considerado en Estados Unidos como una superstar de lo paranormal y vende los videos de sus proezas a través de la red. Tal vez por esto resulte especialmente chocante que sea definido como "un hombre sencillo, al que no le gusta hacer alarde de sus dotes."
Me pregunto cómo es posible que un hombre experto en artes marciales y con un dominio tan sumamente superior al de cualquiera de nosotros, pobres mortales, capaz de controlar sabe quién qué procesos mentales o físicos, llame a su médico a las cuatro de la madrugada A SU CONSULTA, como un chiquillo deseoso de contarle a su papá una cosa nueva que ha aprendido a hacer.
¿Alguna vez has necesitado, amigo lector, una vela? Seguro que sí. Piensa en aquella situación y dime una cosa. Joe dice: "Me elevé del sillón inesperadamente". ¿No te parece raro que en las primeras fotografías aparezca con una vela? ¿La tenía en las manos antes de empezar a levitar? ¿o fue a buscarla mientras levitaba? No parece muy espontáneo ¿verdad?
"Creo que no debemos hablar sobre estas experiencias". "No debe verlas nadie". Son palabras de Joe, pero no parecen las de un hombre que vive de esto y dispara tres carretes completos de fotografías. ¿Por qué no aprovecharlo si fuera cierto? Seguramente yo lo haría si pudiera.

OBRAS SON AMORES....

Los controles por los que pasaron las fotos de Joe fueron bastante exhaustivos, pero desde el S.E.I.P. de La Rioja vamos a serlo un poco más. Para eliminar por completo la posibilidad de una doble exposición hemos utilizado una cámara polaroid. Para eliminar la posibilidad de que se trate de un engaño perceptivo por la utilización de perspectivas diferentes a las que en principio podría parecer, el hirsuto joven que parece levitar sostiene entre sus manos una vela encendida.
La forma de la llama nos indica la verticalidad de la imagen y cuál es la parte de arriba y la de abajo. Al mismo tiempo eliminamos la posibilidad de que nuestro voluntario esté dando un salto, ya que la llama se apagaría y delataría el movimiento.
Tal y como dice el autor del artículo, a quien por otro lado hemos de atribuir la mejor de las intenciones, "es muy difícil mantener estas posturas sin ningún apoyo o evidencia de tensión muscular en la expresión facial o cambios en el contorno de sus ropas". Igual que obtuvimos estas polaroids, podríamos haber obtenido un carrete entero, o varios, y ni el mejor de los expertos en fotografía encontraría cuerdas, hilos, sujeciones en los pies, manos, cabeza, ni en los salientes de su ropa, porque no los hay. Las fotografías de una misma serie mantienen todas la misma altura. Tal vez eso os de una pista sobre cuál puede ser el truco. Nosotros no vamos a desvelarlo porque esto es un truco de ilusionismo y los ilusionistas no revelan sus trucos. ¿Verdad que el truco es bueno? ¿A que parece que levita de verdad?...

STEPHEN E. BRAUDE

Stephen E. Braude, del departamento de Filosofía de la Universidad de Maryland (Baltimore, USA), supervisó en 1995 dos sesiones en Nueva York con Joe Nuzum. Siempre según su testimonio, la cantidad de impedimentos que Joe ponía a las condiciones de experimentación hicieron imposible que se pudiera probar ningún fenómeno de forma satisfactoria.
En 1996 se volvió a intentar que Joe produjera algún fenómeno de los varios que dice ser capaz de provocar, pero seguían sin parecerle bien las condiciones experimentales. Cuando Braude intentó revisar los accesorios que Joe utilizaba, éste se volvió defensivo y hostil. Dijo que el escepticismo anulaba su capacidad para hacer una demostración aquella tarde. Al día siguiente dijo que si Braude estaba presente no ocurriría ningún fenómeno.

Que cada cual saque sus propias conclusiones.







A CADA UNO, LO SUYO.

Vaya por delante que creo que tanto el autor del artículo como la propia revista actúan, en principio, de buena fe.
Creo personalmente que la levitación es teóricamente posible. En la historia hay casos suficientes como para mantener esta postura. Cabe citar los de Daniel Dunglas Home, Santa Teresa de Ávila, San José de Cupertino, Colin Evans o el niño Henry Jones. Sin embargo esto no quiere decir que todo el que diga levitar lo haga realmente.
Hemos de ser excepcionalmente prolijos cuando los fenómenos que se nos muestran son excepcionales. Nos haríamos un flaco favor a nosotros mismos y a la parapsicología como ciencia de no ser así.

Los pocos casos reales de levitación, como se resalta en el artículo que aparece inmediatamente antes en esta misma revista, comparten ciertas características especiales que no parecen darse en este caso.
Ahora bien, a cada uno lo suyo, he de admitir que el truco es bueno y que al principio me engañó. Joe Nuzum en Estados Unidos, o Anthony Blake en España, son buenos ilusionistas. Realmente hacen que parezca que no hay truco posible.
La magia y la ilusión son preciosos adornos para nuestras vidas, pero, por favor, que no nos hagan creer que hacen algo más.