YO CONTRA EL MUNDO

"Un parapsicólogo ofrece falsos títulos universitarios a través de Internet"

4 de Noviembre de 2001

El 4 de Noviembre de 2001, Cavanilles lanza un titular a media página con la fotografía de Pedro Amorós en el centro y con el siguiente titular y subsiguiente texto:

Un parapsicólogo ofrece falsos títulos universitarios a través de Internet.
La Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas SEIP, que dirige el alicantino Pedro Amorós, ofrece falsos títulos universitarios de Parapsicología y Conceptos de Ufología a un precio de 50000 pesetas.”


Tal como se cita en la página web que refleja el periodista en su artículo donde se realizan dichos cursos www.inexplicado.com/cursos/cursos.htm se especifica claramente que son cursos que imparte y promueve la SEIP, no cursos universitarios – como él dice- y se especifica muy claro que estas titulaciones no tienen validez académica alguna tan sólo se refiere a titulaciones de tipo privado : Diplomado en Parapsicología, Licenciado en Parapsicología Superior , Master en Parapsicología, no son carreras universitarias ni tampoco la SEIP hace uso de ese término.

De hecho en la página web de inscripción a estos cursillos : http://www.inexplicado.com/cursos/matric.htm
Se puede observar la imagen de uno de los diplomas que el alumno conseguiría donde se aprecia claramente que la titulación que se expide es: Diplomado en Parapsicología y Ufología y firmado por la SEIP no por ninguna Universidad.

Insistimos en ello, en ningún caso se ha dicho NUNCA que: Sean Títulos Universitarios, - se especifica bien claro este punto-. De la misma manera que el periodista inventó tal calificativo de “universitario” hizo lo mismo con el resto de cosas que expone en su difamatorio escrito.

La técnica de Cavanilles, tuvo su repercusión y su artículo fue leído y especulado. Al día siguiente algunos programas de radio autonómicos hablaban de este asunto apoyando íntegramente a la SEIP y entre líneas sacando algunos “trapos sucios”  que presuntamente este periodista había realizado en otras ocasiones incluso a sus propios compañeros de profesión, demostrando que posiblemente lo único que buscaba era protagonismo y notoriedad en la sociedad a consta de castigar a unos pocos con sus mentiras.

Así pues, Cavanilles “feliz, como una lombriz –como dice Cebrián- ”, continuó su ataque al día siguiente que desde luego ya tenía preparado por si todo le salía bien.

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